Cuentos de amor de locura y de muerte

Autor: Horacio Quiroga
Fecha publicación original: 1917
Fecha edición actual: 2016
Editorial: Uve Books
N.º páginas: 150













Tengo en mis manos los Cuentos de amor de locura y de muerte, un inquietante libro de cuentos que el cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo Horacio Quiroga (1878-1937) publicó en 1917. Inquietante incluso antes de abrirlo, por esa coma ausente (por decisión expresa del autor) que parece supeditar la locura al amor —pues no son cuentos de amor, de locura y de muerte—, un amor de locura, un amor esquizofrénico y demente, que ostenta el mismo rango sintáctico que la muerte: «amor loco» y «muerte» son pues elementos homogéneos que la conjunción enlaza en igualdad de condiciones. E inquietante también por la imagen de la portada, donde se ensamblan dos elementos —unas flores y un esquema anatómico-muscular— en una composición singular y turbadora.

Uve Books recopila aquí un total de nueve relatos que desarrollan las tres materias, el amor, la locura y la muerte, ofreciendo una relación del hombre y la naturaleza siempre en conflicto donde esta última, siempre hostil, se presenta invariablemente como vencedora. Es el caso de relatos como «A la deriva», «El almohadón de plumas» o «La insolación». He ahí los relatos de muerte, donde la naturaleza se impone y triunfa con horror y sufrimiento, aniquiladora e inquebrantable.

La locura y la muerte se conjugan en «El perro rabioso», un relato magistral y una nueva victoria de la naturaleza sobre el hombre. Locura y muerte se encuentran también en «El solitario», así como en «La gallina degollada», que es quizás el relato que más me ha impactado. Este relato presenta un problema social, el de unos hermanos que no son bien vistos por la sociedad y que son prácticamente abandonados por sus padres. Son unos niños que están muertos en vida. Con la llegada de una nueva hija, aún sana, la obsesión de los padres se focaliza en la esperanza de que esa en «muerte en vida» no la atrape, pero la muerte que acecha es otra... Podría ser un cuento de violencia y brutalidad, pero no lo es, y eso es lo que deja al lector sin sosiego.

El amor y la locura se combinan en «La meningitis y su sombra», relato en el que el delirio es fiel compañero del amor, y cuyo inesperado final (para mí) parece estar planteando lo azaroso de la conducta humana y que la realidad no es más que una quimera.

Estos relatos podrían ubicarse en el género de lo fantástico, pues nos enfrentan a hechos sobrenaturales como los animales que hablan en «El alambre de púa» o «La insolación», o como el misterio aterrador que envuelve a la mujer de «El almohadón de plumas». Pero en algunos casos, por ejemplo en este último citado, al final del relato la duda se desvanece, el narrador se preocupa por desvelar la incógnita. Persiste no obstante un halo misterioso que hace que el cuento permanezca en el ámbito de lo sobrenatural y lo extraño. Eso es lo que inquieta al lector. Y más inquietante es el hecho de que esto no ocurre así en todas las ocasiones. Pues, ¿qué hace un sepulturero hablando como si tal cosa con un... en «El infierno artificial»? ¿Es un delirio provocado por el cloroformo, o hay algo más?

Estos misterios que no están fuera de la realidad, sino que forman parte de ella y la complementan, alejan estos cuentos del género fantástico y los acercan más bien al realismo mágico, del cual, en todo caso, Quiroga sería un precursor. Etiquetas y clasificaciones aparte, este conjunto de relatos es obsesivo, es sorprendente, y consagró a Quiroga como uno de los principales maestros del cuento latinoamericano.