21/9/16

Manuscrito Voynich

Autor: anónimo
Fecha publicación: siglo XV
N.º páginas: 252 pergaminos












Voy a hacer una reseña de un libro que no he leído... Se trata del manuscrito Voynich, del que estos días se habla mucho en la tele porque la editorial Siloé va a sacar una edición facsimilar que costará la friolera de 17 000 dólares cada copia... 

No lo he leído porque no puedo hacerlo, aunque guardo como un tesoro un ejemplar facsimilar (cosas de bibliófilos: lo tengo, pero no diré cómo llegó a mis manos). Por más vueltas que le doy solo puedo hojearlo y nada más, salvo maravillarme con los dibujos. Lógico. Pero vamos por partes.



¿Qué es el manuscrito Voynich?


Es un libro de sorprendentes ilustraciones, pero de contenido desconocido, al menos por el momento. Se trata de la reliquia medieval más enigmática e indescifrable que existe, al menos que conozcamos. El misterio reside en que a día de hoy, ni con las técnicas más avanzadas se ha conseguido saber en qué idioma está escrito ni, por lo tanto, de qué trata. ¿Qué es? ¿Una obra concienzudamente cifrada, para que permaneciera oculta? ¿Una broma de una mente perversa o retorcida? ¿El texto con el que un extraterrestre quiso darnos a conocer su mundo? Quién sabe...


El libro recibe su nombre del especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, que lo adquirió en 1912. A su muerte, su viuda lo vendió a un anticuario neoyorquino, Hans P. Kraus, por la cantidad de 24 500 dólares. Este quiso hacer negocio con el manuscrito, pero no lo consiguió y finalmente lo donó a la Universidad de Yale. En la actualidad se encuentra en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de dicha universidad. 



Las ilustraciones


Mirándolas, puede uno imaginar de qué trata el libro y se puede concluir que está dividido en seis secciones:




  • Botánica: en cada página se muestra una planta, a veces dos. Son plantas muy raras, parecen combinar raíces, tallos y flores de especies diferentes... Eso si no se trata de plantas alienígenas... Llama la atención que primero se dibujaron las plantas y luego se escribió el texto, ocupando los espacios vacíos de los pergaminos. 



En el Libro de albeytería también miran las estrellas
antes de curar a los caballos
  • Astronomía: se trata de diagramas circulares con estrellas y constelaciones zodiacales. Esto era muy del gusto de la época a la que se atribuye la obra, pues en la Edad Media se tenían muy en cuenta los signos zodiacales para el análisis de enfermedades y sus tratamientos. Ocurre por ejemplo en el Libro de albeytería, que tuve el honor y el placer de transcribir y anotar, la primera obra de veterinaria impresa en España, del siglo xv, por lo tanto de la misma época que el Voynich. 


  • Fisiología o anatomía humana: concretamente se observan muchas mujeres, aparentemente embarazadas, dándose un baño en grupos o en solitario, con un sofisticado sistema de tuberías y chorros a presión. Ahí es nada.


  • Farmacología: se muestran partes aisladas de plantas con explicaciones, seguramente empleadas en algún tipo de alquimia.


  • Cosmología: se trata de diagramas desplegables que muestran una especie de mapa.
  • Recetas: se supone que lo son por la disposición del texto en párrafos cortos, cada uno de ellos encabezado por el dibujo de una flor o estrella.



El texto


Expertos criptógrafos llevan años intentando descifrar el texto, sin éxito. Solo recientemente, en el año 2014, el profesor Stephen Bax cree haber descubierto el significado de diez palabras, entre ellas, cilantro. 



Lo que más apasionante resulta es que la lengua, aunque se desconoce su origen, sus normas, su significado... cumple la Ley de Zipf. La ley, formulada en 1940 por el lingüista que le dio nombre, establece empíricamente que en todas las lenguas, en un texto lo suficientemente largo, la palabra más frecuente aparece el doble de veces que la segunda más frecuente, el triple que la tercera, etc. El élfico de Tolkien o el klingon no cumplen esta ley. ¿Es posible que el autor del Voynich hubiera descubierto la misma ley cinco siglos antes que Zipf y la hubiera aplicado? Lo dudo. 

Estamos en definitiva ante un libro que algo quiere transmitir, muy posiblemente se trate de un manual para médicos o curanderos, pero ni entendemos las palabras ni identificamos las plantas. Yo me quedo con la belleza y el misterio que desprenden sus páginas. Y con el deseo y el temor de que algún día alguien desentrañe el misterio.

Por cierto... ¿no es extraño que el idioma no se parezca a ninguno conocido hasta el momento... pero que la numeración de los pergaminos esté en números romanos?

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