Cinco semanas en globo

Autor: Julio Verne
Fecha publicación original: 1863
Fecha edición actual: 2014
Editorial: Molino
Colección: Inolvidables
N.º páginas: 379









Acabo de viajar en globo a mi infancia releyendo esta novela de aventuras del inigualable Julio Verne. Tengo una edición preciosa, en tapa dura, que reproduce la primera edición francesa de Hetzel, estampada en dorados y con sus inconfundibles ilustraciones de Riou y Montaut. Una joya.

«El país que atravesamos ha sido testigo de nobles sacrificios que con harta frecuencia no han tenido más recompensa que la muerte.» Esa es la reflexión que se hace Samuel Fergusson, un explorador inglés que, junto a su amigo Dick Kennedy y su criado Joe, atraviesa el continente africano desde Zanzíbar hasta Senegal en un globo aerostático de su invención, siguiendo los pasos de los exploradores que, en su mayoría, perdieron allí la vida.


Cinco semanas en globo es la primera novela de la colección «Viajes extraordinarios», viajes que comienzan por los territorios apenas explorados de África, en globo, y que terminan por los de Sudamérica y Australia de Los hijos del capitán Grant (haremos también la reseña), en barco. La colección comprende más de sesenta novelas, que Verne publicó a lo largo de cuarenta años, y muchas de ellas son tan famosas como Viaje al centro de la Tierra o De la Tierra a la Luna. 

Julio Verne, auténtico precursor de la novela de ciencia ficción actual, fue un estudioso de los adelantos tecnológicos y científicos de su época, a los que añadió el ingrediente de la imaginación para producir una obra literaria sin parangón. En esta novela nos presenta el invento del globo aerostático que, sirviéndose del principio de los fluidos de Arquímedes, puede subir sin soltar lastre y volver a bajar sin perder gas: regulando el calor del gas contenido en el globo, y por tanto su volumen, se varía el empuje del aire exterior. ¡Eureka!

Los tres aeronautas viajan en el globo Victoria, creación del doctor Fergusson, con el objetivo de trazar un mapa del territorio y descubrir las fuentes del Nilo. Por una parte se nos ofrece una descripción rigurosa del continente, de sus gentes y de la fauna, la flora, la geografía y la climatología. Por otra, esas disquisiciones didácticas se ven aligeradas por la narración de la aventura: accidentes, huracanes, ataques de los indígenas y todo tipo de peripecias y sobresaltos que mantienen al lector en vilo. Yo creo que eso es lo que nos seducía a los jóvenes lectores de Verne, pero la parte pedagógica permanece, como un poso, hasta hoy.

¿Consiguen los tres viajeros llegar sanos y salvos a la otra punta del continente o, por el contrario, los vientos caprichosos los arrojan de cabeza a la olla de una tribu de caníbales? Abre el libro, ¡comienza la aventura!

¿Qué hay para comer? ¡Suflé* de explorador! ¡Delicioso!

*Suflé: Dicho de un alimento, preparado de manera que quede inflado (DRAE). Un poco de humor casero ;)