El bosque de la larga espera

Autora: Hella S. Haasse
Título original: Het Woud der Verwachting
Fecha publicación original: 1949
Traductor: Javier García Alves
Fecha edición actual: 1992
Editorial: Edhasa
N.º páginas: 752








Narra esta novela la vida de Carlos (1394-1465), duque de Orleans, sobrino de Carlos VI de Francia, llamado el Bien Amado o también el Rey Loco, y padre de Luis XII. El relato tiene como telón de fondo la guerra de los Cien Años, a caballo entre los siglos XIV y XV, que enfrentó durante más de un siglo a los reinos de Francia e Inglaterra, y por él desfilan los protagonistas de la misma, como el propio Carlos o Juana de Arco.

Por una parte se novelan unos hechos históricos: la guerra feudal entre Francia e Inglaterra por la posesión de los territorios franceses, las luchas internas en Francia, la disputa heredada de su padre Luis de Orleans entre su familia y la poderosa casa de Borgoña, todo ello en un país que sufre el hambre, la peste... Una situación política y social a la que Carlos, como noble, debe hacer frente, pero por la que se vio superado. En el transcurso de la batalla de Agincourt, de consecuencias nefastas para el bando francés, Carlos será hecho prisionero y llevado a Inglaterra, donde permanecerá retenido por Enrique V y posteriormente por su sucesor, Enrique VI, sufriendo por tanto un larguísimo exilio de veinticinco años. 

Pero la novela no solo se centra en la acción bélica, sino que también pone el acento en el perfil de Carlos como príncipe poeta, faceta que germina durante su infancia (siguiendo muy precozmente el ejemplo de su madre, Valentina, a la que le encantaba leer y rodearse de escritores y poetas) y que desarrolla durante su cautiverio. En la época convulsa que le tocó vivir, Carlos supo apreciar, y plasmar en verso, que «paix est un trésor qu'on ne peut trop louer» (La paz es un tesoro muy digno de encomiar).

A lo largo del relato aparecen versos de Bernat de Ventadorn, François Villon (al que recibe en su castillo), Luis de Orleans (recordemos los versos, cantados por el juglar, que hicieron llorar a su esposa Valentina Visconti), Cristina de Pisan (amiga de Valentina, considerada la primera escritora profesional de la historia) y especialmente de Carlos.

Lo que me gustaría resaltar de esta novela es precisamente su parte literaria, su faceta metaliteraria o la literatura dentro de la literatura a modo de muñecas rusas donde, sin llegar a ser una mise en abyme (imbricar una narración dentro de otra), la escritora vertebra con maestría la trama histórica sobre los textos del príncipe poeta, empezando por el propio título de la novela, tomado del primer verso de una balada suya, cuyo carácter alegórico caracteriza la obra de Carlos, muy al gusto de la época (recordemos el Roman de la Rose):

En la forest de Longue Attente
Chevauchant par divers sentiers
M'en voys, ceste année présente,
Où voyage de Desiriers.
Devant sont aller mes fourriers
Pour appareiller mon logis
En la Cité de Destinée.
Et pour mon coeur et moy ont pris L'ostellerie de Pensée.

(En el bosque de Larga Espera/Cabalgando por mil senderos/Me adentré esta primavera/Viajando en pos del Deseo./Delante van mis escuderos/Que en la Ciudad del Destino/Han de buscar mi aposento/Y el de este corazón mío/En el hostal del Pensamiento.)

Carlos compone su obra dentro de la tradición lírica cortés, siguiendo el estilo de los troubadours y trouvères que cantan al amor cortés, a la dama amada e inalcanzable... Para el duque la dama tal vez sea su esposa, Bonne de Armañac, a la que nunca volvería a ver, pues fallece antes de ser Carlos liberado.

De regreso en Francia, abandona la vida política dentro de sus posibilidades y se dedica a leer y a escribir versos, convirtiendo su corte en un auténtico círculo literario.

Preciosa novela, relato histórico que va más allá, ofreciéndonos un retrato de un Carlos poeta cuya vida fue, como amante de la paz y la literatura en la época bélica que le tocó vivir, «la vraie histoire de douleur/de larmes toute enluminée».